viernes, 21 de febrero de 2014

Viernes

Hoy es un día de final de semana, y de tranquilidad. Si bien es cierto que no he hecho todas las cosas que deseaba, también es cierto que por lo menos esta semana lo he intentado, lo que no se puede decir de otras anteriores, estoy agotada, pero también estoy muy tranquila dentro de lo que cabe.

Me he dado cuenta que necesito un cambio en mi vida, que el sueño que perseguí durante un tiempo no era el adecuado para mí. Como que resulto demasiado importante el cumplirlo y no me di cuenta de que no era lo que quería, pero necesitaba serlo. El hecho de tener que estudiar una carrera, hacer el correspondiente máster, seguir formándome para no tener un fin completo. No se si es el estado depresivo por el que estamos atravesando, el ver que no hay trabajo, que no hay dinero, por lo que tampoco te pueden contratar lo que me desengaña de lo que estoy haciendo, pero pese a todo, me encuentro en un momento de depresión que me genera un gran malestar interior.

Creo que ya lo he mencionado, pero sino nunca está demás repetirlo, hace tiempo uno de mis profesores de la Universidad me preguntó que qué quería hacer cuando finalizara mis estudios, y al contestarle su comentario a continuación me ha acompañado a lo largo de más de tres años cada día: Ten cuidado que tu sueño no se convierta en tu pesadilla.

Nunca supe si era por una desmotivación inherente a ese profesor, o si era únicamente una frase que presagiaría el futuro. Pero aún así aquí me encuentro en un momento triste, sin prácticamente dinero y con ganas de dejarlo todo sin tener una mínima idea de qué es lo que me gustaría hacer en el futuro o si me interesa luchar por un sueño que tuve con siete años y que tras veinte años se ha convertido en un pesar.

Creo que siempre fui demasiado creativa para el trabajo que tengo y que es un hecho que me angustia, el seguir con un trabajo tan monótono cuando yo soy la única que está empeñada en ello, y pensando todos los días que no valgo para ello.

Este fin de semana me acabo de proponer, de forma muy impulsiva a medida que estoy escribiendo este mensaje, que no voy a encender la televisión. Creo que por el hecho de estar viviendo sola como que absorbe mi tiempo, el hecho de la presencia de la caja boba, ya lo estoy viendo que en mi caso se aplica totalmente, aunque más bien para mí es como un agujero negro del tiempo, que una vez encendida retiene todo el tiempo del que dispones una vez llegas a casa, y pese a que para mí sea una forma de desconexión  de todas las angustias o pensamientos desagradables, una de las cosas que me genera, es que el escaso tiempo del que puedo disponer para mejorar más allá del trabajo lo acaba reteniendo ese objeto. Y eso es como el tabaco ¿por qué? ¿qué beneficios me da?

Espero cumplirlo, y aunque no lo creas, va a quedar constancia de ello, porque tengo demasiados proyectos en casa pendientes de hacer, los cuales por falta de ilusión o por falta de ganas, o por mi "agujero negro particular" no he podido hacerlos, así que espero que la semana que viene, después de un largo fin de semana, venga no sólo con las pilas recargadas, sino que además tenga los proyectos que he prometido y con los que llevo demasiado retraso...

Buen fin de semana!

Cheno